Un día como cualquier otro, todo parecía ser normal. La misma rutina de siempre, la misma neblina a la mañana antes de vestirse y partir. Pero algo era distinto, había desaparecido. Los dos años interminables desaparecieron frente a mis ojos, todas las lágrimas que derroché por una simple conversación, todas las miradas se perdieron en un vacío de recuerdos y así fue como te borraste de mis pensamientos. Y como toda historia, la nuestra ya tiene fin.
A dar vuelta la página, historia nueva.
¡Gracias por tu comentario! :) Sobre tu entrada, me gusta mucho la forma en la que escribes. ¿Es tuya, verdad? A veces es tan difícil empezar otra historia y tener que olvidar la anterior... Pero con el tiempo, todo es posible.
ResponderEliminarTodas las entradas son mias, me alegra que te halla gustado. :)
EliminarHola! :) Gracias por comentarme en mi entrada, tu blog es muy original y me gusta mucho y esta entrada también es preciosa, un beso enorme :D
ResponderEliminarMuchas gracias :)
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