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martes, 5 de marzo de 2013

Su perfume en mi ropa y mis besos en su boca.

Cada suspiro de esa noche merecía un replay. 
No es lo mismo dormir solo después de haber dormido con la persona que más quieres en el mundo. Se siente la falta de un corazón latiendo a tu lado, se necesitan esos besos que te dicen todo sin decir nada. Y despertar sabiendo que nada puede ser mejor que lo que está pasando.
Desperté con el miedo de que ya no estuvieras más, y mi mirada se congeló al ver que no había nadie a mi lado. Tan solo me costaron dos segundos en darme vuelta y ver que tu mirada estaba clavada en la mía, con un "no se que" algo dulce que me decía que todo estaba más que perfecto. Que no debía temerle a nada porque todo iba a estar bien si estaba con el. 
Y que mas da si 14 kilómetros nos separan, una cosa tan grande como el amor ni los kilómetros mas extensos los separan, ni el tiempo ni nada. Y aunque suene loco, agradezco a estas 14 ganas de tenerte más cerca, porque cada día que pasa no es un día mas, sino un día menos para tenerte conmigo, un día menos para quererte más y más.

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