Seguidores

lunes, 18 de febrero de 2013

Y me bastó recorrer mitad del camino para darme cuenta que la meta no valía el esfuerzo.

Mi vida entera se trató de un eterno "quizás". Quizás si no lo hubiera hecho me hubiese arrepentido. Quizás no valió la pena el esfuerzo. Quizás no tendría que haberlo dicho...
Nunca estuve segura de lo que quería, hasta que de la noche a la mañana algo o alguien logró abrirme los ojos.
Ya tenía fijada la meta, ya sabía lo que me esperaba. Sabía que no todo iba a ser color de rosa. Estaba tratando con alguien diferente, desconocido y radical.
Pero sin embargo no tuve miedo a lo desconocido y me arriesgué.
Cada palabra que salía de su boca era un "quizás". Quizás mañana te quiera, y pasado te deje de querer. Quizás lo que te diga no sea cierto pero tenga algo de verdad en el fondo.
Pese a todos los quizás que se me cruzaron, por alguna razón estaba dispuesta a sufrir, a ponerle el pecho a las balas y esperar lo que se venga. Estaba dispuesta a derrochar lágrimas por las noches, y soñar despierta todo el día. Y quien dice, tal vez la vida me está devolviendo lo que ya he hecho, y quizás un día le llegue el turno a el también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario