Seguidores

viernes, 7 de marzo de 2014

Hablemos de clavos que dejan marca.


Siendo vos un clavo y yo la madera, te asentaste en mi tan hondo y por tanto tiempo que hasta llegaste a oxidarte y, al momento de querer sacarte, te partiste en la mitad dejando algo tuyo en mi, algo que después de tantos años sigue ahí.
Y por más que alguien nuevo quisiera ocupar tu lugar, cada vez que entraba te clavaba a vos un poquito más, recordando el dolor de no poder tenerte entero. Y siempre que alguien nuevo llegaba, vos te ibas alejando, pero nunca permitiste sentirte olvidado. 
Hace seis años escribí tu primera historia, y acá estoy, siempre queriendo dar final a lo que casi tuvo principio. Sabiendo que nunca vas a leer lo que te quise y jamás vas a sentir lo que te escribo. 
Pero siempre a pesar de todo, el círculo vuelve a empezar. Y sé que cada tanto te gusta retroceder y volver a ser entero como lo fuiste alguna vez, y sé que tarde o temprano te vuelves a ir, finalizando en el comienzo de la misma historia una y otra vez. 
Hablemos de clavos que dejan marca.

1 comentario:

  1. Me he sentido muy identificada con la entrada, tu blog es precioso y cuenta con que pase por aquí a menudo, serí un placer que te pasaras por el mío. así que un beso ENORME desde
    http://somosabracadabrantes.blogspot.com.es

    ResponderEliminar